- Survival Zombie 48 horas. Requena (Valencia). 6, 7 y 8 de Marzo.
☞ Z06. 8 am. Fanáticos Rebeldes.
A las 7:55 am del sábado 7 de marzo, nos despertaron a golpe de cacerola, estos rebeldes tan majos (tono irónico), de la Resistencia. Anunciando que en 5 minutos, se encargarían de del último recluta que saliera de los aposentos.
Pufff, ya empezamos con las exigencias matutinas. A lo que yo que hasta media hora después de haber abierto los ojos sin volverlos a cerrar, no soy persona coherente, decidí tomármelo con calma, asumiendo que tendría que pagar las consecuencias de mi tardanza. Cuál fue mi sorpresa, al descubrir que todavía hubo dos personas que tardaron incluso más que yo, así que pude observar la que podía haber sido mi situación, el último compañero en aparecer y ponerse a formar, en fila, junto a los demás, recibió un disparo en el pié y fue enviado directamente a la enfermería.
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| Paz, Charly, Suso |
Cuando por fin pude reaccionar a mi ceguera matutina y provocada por los rayos del sol, descubrí que aquellos rebeldes que se encontraban frente a nosotros, (los reclutas novatos), y que nos atemorizaban con pistola en mano, no eran los que conocíamos cómo personas al mando, un tal Charly había tomado el control de la resistencia, junto a Paz y a Suso.
Si la situación parecía tensa al principio, ahora sí que le dábamos un auténtico sentido a la palabra tensión.
Empezaron a llamarnos incompetentes, blandengues, nenitas, que no servíamos como reclutas,... vamos de todo menos bonito, y siempre a punta de pistola.
Nos dijeron que mientras nosotros dormíamos plácidamente, alguien había robado todas las armas de fuego de la Resistencia, a excepción de la que llevaba Charly en su mano, y que los zombies habían escapado nuevamente. Que Laura había fallecido durante la noche y que su cuerpo no aparecía. Y para colmo, el doctor Bremen había vuelto a desaparecer.
Ya eran las 8:30 y nos mandaron al comedor.
Durante el desayuno, se comentaban rumores, que muchos ya nos temíamos.
Las tesis del doctor Bremen, ya habían demostrado, que el virus Z, se transmitía por esporas en el ambiente, que todos los expuestos al virus, simplemente al respirar el mismo aire en contacto con el aliento de un zombie, quedaba infectado, que la muerte de un infectado, por muy sano que se encontrase, iniciaba la fatídica transformación. Y ya todos sabemos, que aquel grito desgarrador que escuchamos antes de dormir, era el último aliento de vida de Laura como ser humano, justo antes de convertirse en un ser zombie.
A las 9 am. El campamento era un caos de órdenes a seguir.
Por un lado "los charlys" (voy a llamar así, a todos aquellos que eligieron seguir las órdenes de Charly, los kamikaze de la Resistencia Fanática, sin miedo ni temor a nada, dispuestos a hacer cualquier cosa), tenían la misión de encontrar las armas extraviadas.
Por otro lado el grupo en el que me incluyo, que seguía a los antiguos jefes de la Resistencia (a los que voy a llamar "los flower-power", porque admitamoslo, sí eran los buenos, pero en el fondo éramos unas nenitas asustadas, que de lo prudente que éramos, no fuimos capaces de tener iniciativa propia, por lo que más adelante lo pagamos con creces).
Y por último, los independientes, que iban por libre, de un grupo a otro, negociando con el mejor postor, para conseguir su propio beneficio, fuera el que fuese.
Mi grupo y yo, nos pegamos a Ramón, con el que buscamos pistas para poder incriminar, la actuación tan extremista que estaban llevando a cabo los charlys, el comandante nos explicaba por el camino a las ruinas, (es increíble, cómo les gustaba darnos paseos por esos caminos de cabras, en fin...), que antes no eran así, pero qué sus ideales eran cada vez más radicales, y quién no siguiera su ritmo, sería erradicado, así que nos recomendó, que tuviésemos cuidado y que no nos fiásemos de nadie.
Por otro lado, los que iban por libre, encontraron al Doctor Bremen, les indicó que necesitaba conseguir un teléfono vía satélite, (ya que allí no había cobertura móvil) y saber unas coordenadas, que tenía en su poder uno de los zombies, pero no uno cualquiera, uno que corría muchísimo, al que llamaban cachorro, porque su energía era inagotable, por mucho que le habatiesen, siempre se acababa levantando.
El caso es que al final consiguieron contenerle lo suficiente, gracias a una inyección tranquilizadora para zombies, cedida por el doctorcito, al haberle entregado el teléfono que pedía para mandar sus coordenadas al exterior. Una vez robadas las coordenadas escritas en una nota de papel, al Z cachorro, quisieron sacar provecho de la situación, creo que llegaron a negociar con el doctor, formar un ejército independiente, con él y sus zombies al mando. Pero desafortunadamente para ellos, al doctor Bremen, sólo le interesan los espécimenes no humanos, y si tan interesados estaban en seguirlo, ya sabían lo que les esperaba, ser un Zeta más para sus experimentos.
Con su gozo en un pozo, estos rebeldes independientes, siguieron su camino a las órdenes de Charly, pero es evidente, que no te puedes fiar ni de tus propios compañeros, porque cuanto menos te lo esperes, te traicionan, y esta lección es extensible a todo ser humano con un objetivo claro, dispuesto a conseguirlo por encima de todo, en nuestro caso, la supervivencia.
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| Zombie cachorro |
El caso es que al final consiguieron contenerle lo suficiente, gracias a una inyección tranquilizadora para zombies, cedida por el doctorcito, al haberle entregado el teléfono que pedía para mandar sus coordenadas al exterior. Una vez robadas las coordenadas escritas en una nota de papel, al Z cachorro, quisieron sacar provecho de la situación, creo que llegaron a negociar con el doctor, formar un ejército independiente, con él y sus zombies al mando. Pero desafortunadamente para ellos, al doctor Bremen, sólo le interesan los espécimenes no humanos, y si tan interesados estaban en seguirlo, ya sabían lo que les esperaba, ser un Zeta más para sus experimentos.
Con su gozo en un pozo, estos rebeldes independientes, siguieron su camino a las órdenes de Charly, pero es evidente, que no te puedes fiar ni de tus propios compañeros, porque cuanto menos te lo esperes, te traicionan, y esta lección es extensible a todo ser humano con un objetivo claro, dispuesto a conseguirlo por encima de todo, en nuestro caso, la supervivencia.
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