Icono zombie

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Relatos de juegos de rol en vivo, by Yolanda Luengo.

lunes, 9 de febrero de 2015

Z03. 10 pm. Hora de cenar


  Z03. 10 pm. Hora de cenar



El comedor era grande, un Bufet con comida real en tiempos de Apocalipsis, siempre es de agradecer.
Varias mesas redondas para unos 8 comensales, manteles rojos, decoración de halloween, seguridad militante cubriendonos las espaldas, todo apuntaba, a que podríamos tener una agradable velada gastronómica.
Yo me senté junto a Bea y J a mi derecha, y otros compañeros supervivientes a mi izquierda, con los que repartimos walkie-talkies entre nosotros, para comunicarnos, ya que no funcionaba la tecnología móvil. Y ya durante la cena hablábamos de la estrategia a seguir, para poder averiguar quién era realmente el señor Director, pero no adelantemos acontecimientos.
Todos esperábamos al señor Director para que diera su discurso antes de cenar, pero no aparecía, había hambre y estábamos nerviosos y en tensión constante.
Kassandra irrumpió en el salón con su traje de negro y un derrame en el ojo, que lo volvió totalmente oscuro, todos en alerta, no sabíamos que le estaba pasando, si habría sido infectada, por lo cual veríamos una transformación zombie en directo, si tendríamos que salir corriendo antes de cenar... Pero ella nos habló en su tono pausado de siempre, se disculpó por el señor Director, el cuál se retrasaría y nos indicó que podíamos empezar a cenar.
Justo antes de empezar a cenar, apareció El doctor Bremen, un personaje curioso, divertido, asustadizo, un poco loco, con altibajos emocionales, se ofreció para firmarnos el poste central con su foto de la resvista cienciology, o cualquiera de sus libros que hubiésemos traído, él, tras ver que no estábamos muy puestos en su reconocimiento profesional, nos presentó sus tesis, sobre la mutación genética con experimentos humanos y la relación del virus Zombie, cómo había desarrollado una vacuna, por la cual teníamos que ir a buscarlo, en caso de haber sido infectados por un zombie, teniendo en cuenta, que la primera vez, desde la infección Zombie hasta recibir el antídoto, tendríamos una hora para encontrarlo, pero la siguiente vez que nos pasara, sólo podríamos curarnos si le encontrábamos por el complejo en 30 minutos desde la infección hasta la transformación zombie, y a la siguiente vez serían 15 minutos, y se seguirían reduciendo los minutos a la mitad, hasta no llegar a tiempo a él, y no poder retrasar más lo inevitable...
En mitad de la cena apareció el señor Director, muy enfadado diciendo que quién nos había dado permiso para empezar a cenar sin su consentimiento, que esa no era forma de respetar y agradecer la hospitalidad que nos estaba ofreciendo, en su complejo seguro de WRG, se quitó las gafas de sol, y sus ojos eran rojos, brillantes, daba bastante más miedo de lo habitual. Cuando terminó de mostrarnos toda su ofuscación verbal, le dijimos que kassandra nos había dado permiso, entonces se calmó y se sentó junto a ella. La verdad, es que cada vez nos sentíamos menos seguros, y no, por la amenaza Zombie, si no, por la Corporación, ya que no sabíamos de quién fiarnos, los militares, nos tenían prisioneros, prácticamente no podíamos ir al baño sin que nos apuntasen con un arma, al señor Director, no se le podía llevar la contraria, porque a saber qué te hacía, y kassandra según estaba comiendo, se volvía hacia ti, con esa mirada oscura, y notabas, cómo dejabas de tener control sobre tus esfínteres, y para terminar, nuestro doctorcito, le daban unos arrebatos de carácter violento, que sobresaltaba a un muerto, hasta el camarero en una ocasión, fue a retirar su plato, cuando el doctor estaba en su momento más calmado, y según lo estaba recogiendo, gritó enérgicamente "¡¡¡he dicho yo que recojas mi plato!!!", el camarero soltó el plato de inmediato y creemos que fue a tomarse la pastilla para el corazón, porque tardó en volver a aparecer por la sala.
En el transcurso de la cena, J no paraba de mirar a kassandra y al director, sentados en una mesa a nuestra izquierda, le dijimos que se cortara un poco, que era muy cantoso, pero, J parecía estar decidido a averiguar la verdad esa misma noche... El señor Director sintió la mirada penetrante de J en su nuca y se vio amenazado, por lo cuál se levantó de la mesa, y dijo a los militares que se lo llevaran al exterior que tenía que mantener una conversación con él, J se resistió, pero se lo llevaron, unos, no sabíamos que hacer, y nos mantuvimos quietos en nuestras mesas, otros intentaron que no se lo llevasen, y los militares les detuvieron, ahí es cuando me fijé en otro chico, Iván, al que acabamos llamando rambo, porque no tenía miedo a nada, ni a los militares, ni a los zombies, ni a nada, era como nuestro héroe particular, con Iván cerca, te sentías a salvo.
Unos minutos después del incidente con J, apareció con un morado en la cara, muy bien conseguido, le preguntamos que qué había pasado, pero nos dijo que no podía decirnos nada, si por mirar al director, le habían pegado, qué harían, si le ven hablando con nosotros, así que no preguntamos más y seguimos cenando como si no hubiese pasado nada.
Tras terminar de cenar, el señor Director y kassandra, se pusieron en pie, para despedir la velada, pero... Kassandra fijó su mirada en Lis, nuestra pequeña amnésica, y empezó a gritar "¡qué hace ella aquí!, ¡sacadla de aquí! ¡quitarmela de mi vista!" entonces los militares sacaron a Elisabeth y se la llevaron, kassandra empezó a actuar violentamente, sus palabras tenían menos sentido que nunca, gruñidos incongruentes salían de su voz, que ya no era tan aguda, y un reguero de sangre le salía por la boca, todos asustados nos levantamos de nuestros asientos, los militares ya no podían contenernos, nuestro miedo e instinto de supervivencia, no nos dejaba permanecer pasivos,... Unos disparos al aire, nos detuvieron, y los militares se llevaron a kassandra al exterior, se oían gritos, disparos y no nos dejaban salir del restaurante, mi corazón estaba a mil por hora, nos organizamos como pudimos entre el caos, y seguíamos a J que prácticamente se había convertido en nuestro líder de maniobras, ya que es, el que más experiencia tenía, y el que más metido en situación se encontraba en esos momentos. Decidimos que lo primordial era encontrar a Elisabeth, ella era la clave, teníamos que hacerle recordar, saber por qué kassandra había reaccionado al verla, y averiguar lo que pasaba realmente en aquellas instalaciones. Establecimos la capilla como lugar de reunión en caso de separarnos, más adelante descubriríamos, que al parecer, la capilla también era el lugar de reunión para los zombies, un lugar por el que se sentían especialmente atraídos.


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