Z16 - Tercer día. domingo, 2 noviembre
Me dirigí en busca del doctor Bremen, para que me administrara mi segunda dosis, pero cuando llegué, el doctorcito no estaba, se habían agotado los ingredientes, y había salido en busca de ellos y no se sabía cuando regresaría, sólo tenía media hora, para mi transformación, así que, esperé y esperé, pero ni rastro del doctor, así que pasé dentro y comenzó mi cambio, me maquillaron, y me dieron las instrucciones de comportamiento Zombie. El señor Director, era nuestro mentor, nos explicó, que mientras estuviese cerca, seríamos imbatibles, él nos dirigía, nos decía hacia donde ir, a quién atacar, donde organizarnos.
Transformación Zombie |
Al principio estaba triste, porque me hubiese gustado aguantar alguna prueba más como superviviente, pero poco a poco descubrí el otro lado de la historia, y siendo zombie, la verdad es que disfruté como una enana, la tensión había desaparecido, y al cambiar las tornas, pasando a buscar supevivientes, en vez de ser encontrados, todo se veía y sentía diferente, de repente notabas como alguien se escondía entre los arbustos, te dirigías a esa persona y se sentía el miedo flotando en el ambiente, era una sensación novedosa para mí, nunca había hecho de mala en mi vida, (ni si quiera en las obras de teatro del colegio), no sabía lo fácil que es atemorizar, y lo poderoso que te sientes, cuando sabes que tienes el control de la situación, se había despertado en mí el lado oscuro, otra vez la euforia volvía a darme energía, daba igual que en tres días sólo hubiera dormido 4 horas, es cómo si se me hubieran cargado las pilas de nuevo, y sólo pudiera centrarme en mi misión, encontrar supervivientes para devorarlos, y traerlos al lado oscuro de la historia.
El señor Director nos explicó que los supervivientes tenían a Elisabeth resguardada en la casona, para él, era muy importante matar a Lis, porque los experimentos que la hicieron, le habían vuelto muy poderosa, y era una amenaza que tenía que erradicar, el sargento les guiaba, y estaban todos armados. Pero nosotros éramos más que ellos, las armas no nos afectaban, y teníamos una estrategia infalible. Rodearíamos la casa cubriendo las entradas, intentando entrar por las ventanas, les atemorizaríamos con nuestros gruñidos, dando golpes, invadiendo su entorno de seguridad. Dirigidos por el señor Director, le seguimos toda la horda de zombies, hicimos nuestra labor de crearles temor, para que supieran que les había llegado la hora de morir. Dani nos ordenó detenernos, nos dijo que nos quedásemos quietos, en fila rodeando toda la casa, que él iba a intentar negociar con el sargento, la entrega de Elisabeth. Consiguió que el sargento abriera la puerta de la casona, habían colocado, mesas y colchones en plan barricada, para que no pudiésemos pasar, y ellos resguardardados detrás, apuntandonos con las armas, en ese momento pensé que quizás no tenía que haberme puesto tan cerca de la entrada, vale que éramos inmunes a las balas, pero tenía la sensación que si me llegaba a dar alguna, matar no, pero picar..., seguro que un moratón me salía, al ser alcanzada por las balas de los fusiles. Pero en fin, había que seguir al Boss, así que, en cuanto la negociación no pareció que fuera a tener éxito, el señor Director dijo, pues si no estáis dispuestos a entregarla, tendréis que estar dispuestos a morir, y nos ordenó entrar a por Eli y no dejar ningún superviviente. Ahí fuimos todos, recibiendo perdigonazos, aunque menos de los que esperaba, pues en cuanto vieron que las armas no nos hacían nada, las tiraron y salieron corriendo, y sin escapatoria alguna, los rodeamos por todas partes, unos los devoraban, mientras otros fuimos a por Lis, y nos la llevamos a la capilla según las órdenes del Boss.
Los supervivientes, tuvieron que ir todos en busca del doctor Bremen, para administrarse la vacuna, porque ninguno había conseguido escapar en la emboscada.
Ya sólo quedaban 8 supervivientes de los 30 que empezamos la aventura. Su misión era rescatar a Elisabeth, guiados por nuestro sargento. Lo intentaron varias veces en la capilla, pero era prácticamente imposible abrir la puerta, aunque conseguieran esquivar los zombies del exterior de la Iglesia, 12 más estábamos en el interior esperándolos.
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